La vida se conforma de ciclos, cada tanto terminas uno y eso le da paso a un ciclo nuevo, estos momentos son como una forma de morir y volver a vivir, con cada ciclo que termina se mueren partes de ti, partes que ya no necesitas, partes que ya cumplieron su misión en tu vida para que puedas darle paso a otras partes de ti que están listas para florecer, una mejor versión, más auténtica y expansiva, sin embargo, no siempre es sencillo darle un punto final a estos ciclos, muchas veces quedan emociones estancadas o puertas a medio cerrar,  que hacen ruido en nuestra mente y corazón.